12/05/2023

Noticias desde Berlín (FAU)

Escrito por Josecrust

Escrito por "Josecrust"

Berlin es junto a París una de las capitales centrales de la Unión europea. Esto no es porque sí, sino que responde al eje franco-alemán que construyó la UE.

Ambas ciudades se enfrentan a los problemas estructurales propios de la cuarta revolución industrial en que nos hallamos como la contaminación, la gentrificación y la turistificación de diferentes maneras.

En el caso de Berlín, una capital que fue llamada por su anterior alcalde Klaus Wowereit, “pobre, pero sexy”, en los últimos tiempos se han concentrado más de 2000 empresas tecnológicas, aparte de ser un escaparate turístico de primer orden, quizás ahora debiera acuñarse el termino, “rica, pero precaria”.

Aún así, la histórica resistencia de muchos de sus habitantes han impedido la construcción de un gran centro logístico de los explotadores de Amazon o han estado luchando contra la brutal subida de alquileres.

Como en otras ciudades europeas han desembarcado las grandes franquicias, los free-tours y se han creado nuevos trabajos precarios y algunos mini-jobs. Muchos de estos nuevos trabajos es el de los repartidores en bicicleta. Y no es para menos, puesto que Berlín optaba a capitalidad verde europea.

En esa conjunción muchos tiburones del capital desembarcan con sus empresas ecológicas que no ecologistas para vendernos la moto con otro envoltorio, mucho más amable pero con el mismo contenido: la explotación laboral.

Por otro lado, Berlín es capital en la aceptación de refugiados de la guerra de Siria, pero también ahora de la guerra de Ucrania. Aquí se da un problema gordo, puesto que grupos fachas como el partido Afd, el neonazi NPD o el movimiento ultraderechista de Pegida utilizan el tema de los refugiados para crecer en su discurso , dándose manifestaciones xenófobas en los últimos tiempos, a pesar de la oposición anti-nazi muy latente en Alemania.

Para quién no lo sepa, la FAU (Freie Arbeiter-Unión) es el sindicato anarcosindicalista alemán y está afiliado a nivel internacional a la Confederación internacional del trabajo (CIT) en la que también está afiliada la CNT.

No pocos compañeros/as del estado español han estado afiliados a la FAU en su periplo alemán, es decir en su exilio económico, sobretodo tras la gran recesión de 2008. Además, muchos/as compañeros/as alemanes de la FAU conocen bien la historia de la CNT, dada su relevancia para el mundo libertario, y algunos/as incluso hablan castellano.

En 2010 el Estado alemán intentó quitarles la acepción de sindicato en una clara maniobra para ilegalizarlo pero no lo consiguieron.

A pesar de ser un sindicato pequeño han estado involucrados en diferentes luchas sindicales. La última ha sido protagonizada precisamente por los/as repartidores en bici.

En concreto, con la empresa Velocarrier Gmbh y Ecocarrier AG.

Los tiburones con disfraz ecologista manejaban dichas empresas desde la distancia, desde Stuttgart como si fuera un chiringuito: no había mantenimiento efectivo de las bicicletas, lo que podía dar lugar a accidentes puesto que a veces se hacía el servicio con bicicletas rotas y se pagaba muy por debajo del salario medio.

Ante esta situación los propios encargados de Berlín se dieron de baja de la empresa dada la insostenibilidad y la precariedad del trabajo.

Así que los/as mismos/as trabajadores/as, mayoritariamente afiliados a la FAU, sustituyeron a los encargados para poder seguir trabajando, pero por supuesto sin cobrar este trabajo extra.

A finales del año pasado, el tiburón aceptó reunirse con los/as trabajadores/as y les prometió que todo se solucionaría en enero.

La sorpresa fue mayúscula cuando poco antes de navidad comenzaron los primeros despidos, a veces mediante mensajes de Telegram.

Finalmente despidieron a toda la plantilla y cerraron la sede de Berlín.

Por supuesto, sin indemnización correcta, por lo que los/as compañeros/as de la FAU han estado movilizándose.

El tribunal laboral parece que les ha dado la razón de momento pero aún tendrán que ver si se pagan las indemnizaciones correctamente, es por eso que organizaron una manifestación en Berlín el pasado 24 de abril.

Como vemos, la precariedad no conoce fronteras y hasta en las mismas ciudades “guays” se explota a los/as trabajadores/as.

Sin embargo, la movilización y la solidaridad son una herramienta que hace de freno a las ambiciones de los tiburones que fomentan la precariedad en su afán por la acumulación de capital.