22/11/2020

Recomendaciones del Pacto de Toledo, otro paso más hacia el desmantelamiento de un sistema público y universal de pensiones

  • CNT denuncia que el Pacto de Toledo deja de lado al movimiento de pensionistas y sus propuestas además de obviar lo que la Carta Social Europea establece
  • La central anarcosindicalista hace un llamamiento a “los sindicatos que valoran negativamente esta reforma para, junto al movimiento de pensionistas, llevar a cabo movilizaciones que detengan esta reforma, lesiva para pensionistas y los y las trabajadoras”

Las 22 recomendaciones que ha realizado el Pacto de Toledo, comisión formada por representantes de distintos partidos, han sido aprobadas por el Congreso de los Diputados este 19 de noviembre. La lectura que hace la central anarcosindicalista es especialmente negativa, al haber dado visto bueno a cuestiones “que jamás deberían haberse tratado, como el aumento indirecto de la edad de jubilación o el fomento de planes complementarios privados”.

Desde 1995, en base a previsiones fallidas “se lleva hablando de insostenibilidad del sistema de pensiones públicas en el Reino de España”, siendo uno de los objetivos el fomento de los planes privados, de los que las entidades financieras son beneficiarias, como de la degradación del sistema público con el objetivo de “fortalecer su sostenibilidad”, cuestiones que se han ido incluyendo en las diferentes reformas que se han realizado (1997, 2002, 2007, 2011, 2013).

De las 22 recomendaciones se puede subrayar lo siguiente:

  • Se ratifica el aumento del periodo de cotización utilizado para determinar la pensión de 15 a 25 años, cuando la tendencia debería ser la contraria. De esta manera, se está recortando la cuantía de nuevas pensiones.
  • Se fomentan los planes de pensiones privados planes de pensiones de empleo surgidos de la negociación, lo que genera mayor discriminación dependiendo del sector o empresa en la se que trabaje.
  • Se quiere alargar la vida laboral evitando la jubilación anticipada, incentivando la prolongación voluntaria de la vida laboral, y se da un plazo de 3 meses al Gobierno para que plantee una respuesta. Debería tenderse a una reducción de la edad de jubilación, no a su extensión; más en un contexto en el que el desempleo juvenil es endémico y roza el 44% en menores de 25 años.
  • Se establecen reuniones anuales, pero sólo plantea como interlocutores sociales a ciertas organizaciones sindicales y empresariales, olvidándose de otras organizaciones sindicales y del movimiento de pensionistas.

Las cuestiones que se podrían considerar como avances son, de momento, papel mojado.

  • No se ha concretado que la revalorización garantice el poder adquisitivo, cuando llevamos años en los que el valor de las pensiones se ha reducido durante esta Gran Recesión. Sobre retomar el IPC, no deja de ser una referencia más, cuando debería asegurarse que al menos este indicador fuera la referencia.
  • Se habla de modernización, mayor transparencia, coordinación entre las Administraciones y las Mutuas… de forma genérica y sin entrar a concretarlo.
  • Sobre la mejora de la lucha contra el fraude laboral, con el refuerzo de medios materiales y humanos, así como con el endurecimiento del régimen de sanciones a las empresas, quedamos a la espera de que se concrete en un aumento considerable de plantilla en Inspección de Trabajo y el endurecimiento de la LISOS, además de una mejora la situación de los Juzgados de lo Social, casi siempre al borde del colapso. Porque lo que el Pacto de Toledo ha planteado no puede ser más impreciso y genérico.

Desde CNT se resalta que las propuestas del Pacto de Toledo “responden a las peticiones que han realizado las entidades financieras y los diversos estudios”, contrarios a un sistema de pensiones público y justo para toda la sociedad. “Se deja de lado al movimiento de pensionistas y sus propuestas; también se deja de lado lo que la Carta Social Europea establece, es decir, que la pensión mínima sea el 90% del Salario Mínimo Bruto, que es, a su vez, el 60% del Salario Medio”, ha dicho la organización anarcosindicalista. En estos momentos, en el Reino de España el Salario Medio es de 24.009 euros brutos (2019), el Salario Mínimo (14 pagas) sería el 60% (1.028) y la pensión mínima, el 90% de éste (926 euros). Para el País Vasco, el Salario Medio es de 28.470 euros brutos (2019), el Mínimo sería de 1.220  y la pensión mínima 1.098 euros. “Esto es un mínimo a la hora de establecer cualquier reforma de las pensiones”, ha reclamado CNT.

Sin embargo, lo que no trata el Pacto de Toledo es “la necesidad de revertir las anteriores reformas de 2011 y 2013”, ni tampoco una contrarreforma laboral en la que se reviertan todos los recortes de derechos de los y las trabajadoras, que son las que han generado mayor precariedad y menores salarios. Los aumentos salariales deben estar por encima del IPC y con salarios al alza, dejando atrás los “sueldos miseria” que no aseguran una vida digna ni una pensión mínima.

CNT hace suyas los razones y argumentos que ha esgrimido el movimiento de pensionistas. Hay que garantizar el sistema público de pensiones y su financiación, mediante:

  • La creación de empleo de calidad
  • La mejora de las cotizaciones
  • Asegurando una equidad fiscal
  • Realizando Auditorias Sociales

Además, hay que garantizar que las pensiones públicas sean dignas y suficientes, mediante:

  • La derogación de los aspectos regresivos de las reformas de pensiones de 2011 y 2013
  • La derogación de las últimas reformas laborales
  • La revalorización automática de las pensiones en función como mínimo del IPC real garantizada por ley.
  • Estableciendo una pensión mínima como marca la Carta Social Europea
  • Marcando el Salario Mínimo Interprofesional en 1.200 euros
  • Acabando con la desigualdad de género en salarios y pensiones, asegurando que a trabajo de igual valor, se perciba igual salario; y que la pensión de viudedad sea le 100% de la base reguladora
  • Que la jubilación anticipada no se penalice
  • Y que se asegure la participación de las personas pensionistas en las decisiones que les afectan.

El 30 de enero de 2020, tomando estas cuestiones como base, se llevó a cabo una huelga general en Euskal Herria a petición del movimiento de pensionistas, la cual fue convocada por distintos sindicatos y apoyada por los movimientos sociales. Desde CNT se hace un llamamiento a los sindicatos que valoran negativamente la propuesta de reforma de las pensiones para, junto al movimiento de pensionistas, poder llevar a cabo movilizaciones que detengan esta reforma, lesiva para los y las trabajadoras, además de las pensionistas.

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