Iritzia (109)

(Berrian argitaratuta, Egitura sailean) 2008 eta 2013 urte artean Hego Euskal Herrian soldatak %8 igo dira. Hori bai zorte ona! Krisi garaian geure patriketan duguna haziz doa… edo gutxienez hori esan digute. Idatzizko prentsan, irratian, solasaldi eta prentsaurrekotan aipatu da, estatuaren batez bestekoa bi puntutan gainditzen dugula nabarmenduz. Hori bai marka polita, aberatsagoak garenez ziur krisi honetatik laster aterako garela. Baina neure inguruari so egin eta ez dut soldata hazkunderik ikusten. Senide, lagun eta ezagunen artean langabetuak eta prekarioak gara nagusi. Lanpostua mantentzen dutenek ez dute soldata igoerarik nabaritu, gutxienez esaten dutena hauxe da. Kontraesan hauek Hegelek proposaturiko prozesu dialektikoa…
Quien me conoce o ha tratado conmigo el tiempo suficiente me habrá oído decir aquello de “soy pacífico pero no pacifista”. Creo que ha llegado el momento de sincerarme. Esa frase, tópico más bien, no me la creo ni yo, pero como vivo en una sociedad edificada sobre cimientos de plastilina en los que se apoyan infinidad de fachadas, a cual más falsa, qué menos que contribuir a esta mentira con una pose de buen tipo, un tipo que mola (modernizando el argot), y que, muy a mi pesar, las circunstancias de la vida me obligan en ocasiones a mostrarme…
Podríamos definir la cultura como el conjunto de creencias, saberes, conductas… que definen a un grupo humano y le permiten articular toda una serie de mecanismos que facilitan (o dificultan) la comprensión del entorno y la interrelación entre los miembros de ese grupo.
Estoy escribiendo este texto en pleno 7 de julio, domingo, con un sol espléndido, al menos el que veo desde mi domicilio, y con unos nubarrones metafóricos que se acercan por norte, sur, este y oeste hacia la clase trabajadora. Y no es para menos ya que hoy, repito 7 de julio, finaliza eso que se ha dado en llamar “ultraactividad”. Joder con la palabrita, con lo fácil que es hablar de continuidad o no, vigencia o no, mantenimiento o no, de un convenio.
13/05/29

Deseos

Egilea
Lanzar palabras al viento y que el viento las recoja, las arrastre y las esparza por las cuatro esquinas de este mundo que se devora a sí mismo sin remedio y se desmorona entre los gemidos de aquellos que ni vemos ni oímos, aquellos que, inservibles hoy, han sido arrojados a un lado del camino. Palabras que vibren de revuelta y de esperanza, que abran los ojos a los que no quieren ver y hagan oír a los que se niegan a escuchar, que exalten los ánimos y calienten los corazones, que embriaguen las mentes de deseos y alegrías, que…
Maiatzaren lehena igarota, dugun hurrengo mugarria greba orokorra da. Manifestazioak jendetsuak izan dira, borroka izaerako eguna aldarrikatuz. 1886 urteko maiatzaren lehenean 8 orduko lanaldia eskuratzeko, erabat arrakastatsua izandako greba orokorra egin zuen Amerikako Estatu Batuetako langileriak. Baina kapitalak eta beren eskuin eskua dena, gobernua, honen aurka egin zuten, 6 langile anarkista hiltzen eta beste 3 gartzeleratzen. 1889 urtetik aurrera aldarrikapen egun bezala ospatzen da. Aipatzearren, 1938 arte ez zen lortu 8 orduko lanaldia AEBn. Gaur egun hartu den norabidea lanaldia handitzearena da, sen onaren aurka doana. Administrazioaren jarrera erabat lotsagarria da: lanpostuak sortu nahi dituela dio, baina enpleguaren kontrako politikak…
No me gusta la palabra “escrache”. Del mismo modo que no soporto los términos “bullying” o “mobbing”. Y paro aquí, por no seguir con una larga lista de barbarismos que me repatean. Se supone que cuando se adopta uno de estos curiosos neologismos, se hace para poder referirse a algo que, por su novedad, carece de nombre en la lengua propia. Ahora, no entiendo muy bien por qué se quiere dar la impresión de que son nuevas ciertas situaciones o actitudes que conocemos de siempre. Resulta que las concentraciones de denuncia de toda la vida eran “escraches” sin saberlo. Pero…
Ahí está el corralito del que se ha murmurado ya tantas veces. Han elegido como laboratorio social a una pequeña isla, Chipre, que depende para todo del exterior. Quieren estudiar si pueden dar un paso más allá en el expolio de la ciudadanía sin que explote. ¿Se saldrán otra vez con la suya? El capital se vale de los políticos para hincarle los dientes a los pocos ahorros que quedan, una de las últimas riquezas que aún está por robar. No dejan acceder a la gente a lo que es suyo, porque ésta lo ha confiado a los peores ladrones…
Me he sentido siempre muy afortunada por haber crecido entre mujeres. Todas ellas mujeres de rompe y rasga, que han hecho que me sintiera protegida, fuerte, autosuficiente... incluso invencible.

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